Incolballet, 40 años de un sueño llamado danza
Sueños. Tal vez esa sea la palabra que mejor resume la historia del Instituto Colombiano de Ballet clásico, Incolballet, que en esta ocasión celebra cuarenta años de trayectoria artística.
En 1978, tras una crisis en el Instituto Departamental de Bellas Artes y, en lo que concierne, en la Escuela Departamental de Danza, la maestra Gloria Castro tuvo la firme convicción de fundar una escuela de educación artística en la que no primara el elitismo social, que por tantos años había acompañado al arte. Por el contrario, decidió fundar una escuela en la que niños de diferentes sectores de la ciudad pudieran acceder a la educación y llegar a ser artistas. Así, en este mismo año el Ministerio de Educación de Colombia aprobó la creación de un colegio especializado en educación artística y con cuarenta y cuatro niños en sus instalaciones, este colegio abrió sus puertas a la ciudad de Cali.
Posteriormente, bajo la ordenanza 071 de diciembre de 1996, Incolballet se constituyó como una entidad descentralizada del orden departamental y fue entonces cuando se separó del Instituto Departamental de Bellas Artes.
Unos años más tarde, Incolballet dio paso a la fundación de dos compañías profesionales de danza: la Compañía Colombiana de Ballet CCB (en el año 2000) y la Compañía Colombiana de Danza Contemporánea (en 2015). La Compañía Colombiana de Ballet tardó quince años en ser constituida como tal y respondió a la misma educación de los estudiantes de Incolballet. Se tenía la necesidad de crear una compañía en la que, una vez terminados sus estudios, los jóvenes pudieran trabajar y seguir bailando. En un primer momento (1987), se llamó Compañía Nacional de Ballet Colcultura y, posteriormente, Ballet de Cali (1989) hasta que, en el año 2000, se fundó oficialmente la Compañía Colombiana de Ballet, que hoy tiene dieciocho años de trayectoria, un promedio de treinta bailarines y se encuentra bajo la dirección artística del maestro Gonzalo Galguera.
Así pues, Incolballet, actualmente bajo la dirección general de Jorge Enrique Vivas Muñoz, es entonces una institución pública, formada por 397 estudiantes, con tres modalidades para su bachillerato artístico: ballet clásico, danza nacional y promoción cultural. Sus egresados hacen parte de diferentes instituciones reconocidas a nivel mundial como el Ballet Béjart (Suiza), el Royal Ballet (Inglaterra), el Ballet de Santiago (Chile), el Aterballetto (Italia) y Tulsa Ballet (Estados Unidos). Asimismo, hay quienes se han dedicado a la enseñanza de la danza o a ser parte de las compañías, con lo cual se demuestra que esta institución, que nació como el sueño de una bailarina, hoy cumple los sueños a sus estudiantes y, además, les permite vivir de ellos.