Sensible fallecimiento del maestro Fernando Alonso
El señor Alonso fundó, en 1948, el Ballet Nacional de Cuba. Impartió clases en Rusia, Francia, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Estados Unidos, México y Colombia.
“FUE UNO DE LOS PROINCIPALES gestores del método de enseñanza de excelencia». «Fue un gran maestro de generaciones de bailarines». “Trascendió en el mundo y en la historia del arte por ser fundador, en 1948, junto a su hermano Alberto (fallecido en 2008 en Estados Unidos) y su esposa Alicia Alonso, del Ballet Nacional de Cuba».
Estos fueron algunos de los comentarios con los que varios medios de comunicación internacionales registraron la muerte, el pasado sábado 27 de julio en La Habana, del exbailarín cubano Fernando Alonso, quien tenía 98 años de edad. El cuerpo de Alonso fue velado desde la noche del sábado pasado en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba. y su sepelio se realizó el domingo en el cementerio de Colón, en La Habana.
Gran trayectoria
De procedencia burguesa, Fernando Alonso, quien nació en La Habana el 27 de diciembre de 1914, se desarrolló en un ambiente donde se cultivaban la música y el deporte. Fue el hijo mayor del matrimonio de una pianista concertista y un contador de una empresa norteamericana.
En su niñez recibió clases de violín, estudió la enseñanza primaria en un colegio católico, y la secundaria en Alabama, Estados Unidos, donde practicó el fútbol americano y la gimnasia.
Acostumbraba a pasar sus vacaciones de verano en La Habana. En diciembre de 1931 asistió a la primera función de la Escuela de Baile de la Sociedad Pro Arte Musical y quedó prendado del ballet, que, según él: “recogía la música y el ejercicio físico, sus dos pasiones“.
Un año después asistió a la presentación de “La bella durmiente del bosque”, y quedó impresionado por la joven bailarina Alicia Martínez (Alicia Alonso). Su afición por la danza creció cuando su hermano menor, Alberto Alonso Rayneri, ingresó en Pro Arte, al poco tiempo.
Fernando y Alicia Alonso
En 1935, culminados sus estudios secundarios en Estados Unidos, regresó a La Habana y decidió comenzar estudios de ballet en la Escuela de la Sociedad Pro Arte Musical, presidida entonces por su madre. Allí realizó su debut escénico al año siguiente con el ballet “Claro de Luna”, junto a Alicia Alonso, y entre ambos surgió el amor de inmediato. De ese debut se hizo eco la prensa cubana, quien lo describió como un joven esbelto, fuerte y con grandes facultades como bailarín.
Regresó a Estados Unidos para preparar su matrimonio con Alicia, efectuado en 1937 en New York. Al año siguiente nacería Laura, la única hija de ambos.
En Estados Unidos continuó estudios en la academia del bailarín ruso Mijail Mordkin y bailó con su compañía en giras por el país. Actuó además en Broadway en comedias musicales.
Su interés por desarrollar el ballet en Cuba lo hacía regresar a su país cada año, para colaborar con el Ballet de la Sociedad Pro Arte con la interpretación de papeles principales.
Para la Sociedad montó en 1945, junto a su entonces esposa, Alicia Alonso, el ballet “Giselle”, representado en el teatro Auditorium (hoy Teatro Auditorium Amadeo Roldán).
El 28 de octubre de 1948, en unión de Alicia y Alberto, fundó el Ballet Alicia Alonso (hoy Ballet Nacional de Cuba), que dirigió hasta 1974.
Su última presentación como bailarín la realizó en la Universidad de La Habana en 1956, y desde entonces se consagró a la enseñanza del ballet prácticamente hasta su muerte. Impartió clases en Rusia, Francia, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Estados Unidos, México y Colombia.
“Si volviera a nacer me gustaría volver a hacer exactamente lo mismo que he hecho hasta ahora, naturalmente con algunos arreglitos”, dijo una vez Fernando, quien sostenía que el ballet “recogía la música y el ejerciciofísico, sus dos pasiones”.